
El 1 de enero de 1959 falleció, después de una penosa enfermedad. Tan solo contaba cuarenta y cinco años.
En la casa había un niño, que asegura recordarle, aunque nadie le da crédito, pues apenas tenía dos años cuando murió. Pero el chiquillo sabe que sí, que jugó con su sable, que le ayudaba a ponerse las botas de montar. Y recuerda sus besos, y el sonido de sus espuelas al subir las escaleras. Puede que lo soñara, puede que todo sea parte de la imaginación de aquel pequeño, puede que de tantas cosas como ha escuchado decir de el, a los que lo querían, su mente le haya jugado una "mala o buena" pasada durante toda una vida.
Pero hoy 24 de junio, día de San Juan, ese chiquillo quiere dedicarle estas palabras, y colocar su fotografía, como homenaje a aquel singular suboficial. ¿Será casualidad, que con el paso del tiempo (16 años después de su fallecimiento), aquel niño, ingresara como voluntario, en la Base de Parque y Talleres de Automovilismo de Córdoba?
Bonita y emotiva historia, mi Señor,... Feliz San Juan y feliz Solsticio de Verano.
ResponderEliminarExpresiones casuales varias.