CRUZ LAUREADA DE SAN FERNANDO

Hoy en día que tan en auge está la “Memoria Histórica”, es delicado opinar sobre nuestro pasado, sin que alguien te tache de “rojo” o “facha”. La Historia está ahí para bien o para mal, y como tal hay que aceptarla, nunca desvirtuarla. Asumiendo los errores del ayer, así como ensalzando los méritos y virtudes. Por eso, sin que sirva de polémica, quisiera mencionar la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando a la 4º Batería del Tercer Regimiento de Artillería Ligero. Máxima distinción que se otorga a una Unidad en tiempos de Guerra. Aunque por desgracia, esta fuera en “nuestra” Guerra Civil Española. Lo que no quita mérito, a aquellos que demostrando un valor fuera de lo común, ofrecieron sus vidas, a favor de unos ideales y una causa.
Todo lo anteriormente dicho, sirve de introducción para poder escribir un precioso pasaje del soneto de “EL Cautivo” de Miguel de Cervantes, y otro de José María Pemán, “De la vida sencilla”, al que hizo alusión el coronel del Regimiento de Artillería Antiaérea nº 74, herederos del desaparecido Regimiento de Artillería de Campaña nº 14, en su discurso del acto conmemorativo de aquel LXI aniversario, de la concesión de dicha Medalla Colectiva a la 4ª Batería de dicha unidad.



Miguel de Cervantes

Antes que el valor faltó la vida
en los cansados brazos que muriendo
con ser vencidos llevan la victoria.
Y ésta, vuestra mortal, triste caída,
entre el muro y el hierro,
os va adquiriendo fama que el mundo os da,
y el cielo gloria.


José María Pemán

Sólo quiso al morir que se le hiciera,
si algo quedó en su bolsa malgastada,
una tumba de Rey donde dijera
nació para ser mucho y fue... nada.