


Consentir que nos condecoren, es reconocer al Estado o al príncipe, el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.
“Charles Baudelaire”
Los títulos son condecoraciones para tontos.
Los hombres grandes tienen suficiente con su nombre.
“Federico II de Prusia”
Según Baudelaire y Federico II, he permitido al Estado el derecho a ser juzgado,
además de ser tonto, pues debería haberme bastado con mi nombre.
POR ESO NO SOY UN HOMBRE GRANDE, SIMPLEMENTE MEDIOCRE,
COMO LA MAYORÍA DE LA SOCIEDAD.
(La diferencia está, en que yo lo reconozco)
El que lo reconozcas te hace grande, compañero.
ResponderEliminarAngel Bautista
Charle Baudelaire hizo esa afirmación cuando ya era un personaje reconocido y "condecorado",... Federico II hizo esa afirmación desde su trono de rey, sin más merito que su nacimiento como hijo de rey, y con su uniforme lleno de condecoraciones concedidas por su padre, por otros reyes, o autoconcedidas, ¡Vaya méritos!.
ResponderEliminarCuando un pais concede una condecoración, lo que hace, es reconocer públicamente los méritos de uno de sus hijos,... no para que este se envanezca,... sino para que todos nos sintamos orgullosos, mi Señor.
Ni Baudelaire ni Federico II, sabián lo que decian.
Expresiones de admiración varias.
Gracias Angel y Juan Luis por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo para ambos.