Voy a contar una emotiva historia relativa a la talla propia de de hornacina que existió en el Despacho del Sr. Coronel del Regimiento. A saber dónde estará ahora ...
Le dan cuenta al Coronel en los años 40 de que alguien ha visto en un anticuario una talla muy bonita, y aparentemente muy valiosa, de la Patrona. Se acerca el Coronel al establecimiento y le gusta mucho por lo que da orden de que se compre.
Colocada en su despacho sobre una repisa, llega un día a saludarlo el antiguo Coronel del 14 durante la guerra, don Vicente Valera Conti, el cual al ver la imagen se echa a llorar.
Y sigue la historia. Este Coronel Valera, que había nacido en Manila (Filipinas) fue el propietario de esa talla, que había pasado de generación en generación en su familia. Tuvo que venderla a un anticuario para poder pagar una operación muy delicada a una de sus hijas.
Por eso se emocionó tanto, al ver que de nuevo estaba la Patrona en manos artilleras.
Emotivo comentario y emotiva historia. Quiso el destino (iba a poner Dios, pero seguro que se queja alguien), que nuestra Santa Bárbara volviese a manos artilleras. Como usted bien dice, ¡a saber donde andarán las tallas, azulejos y retablos, ahora!.
Soy nieta del Coronel Don Vicente Valera Conti y es falso que vendiera la talla para operar a ninguna de sus hijas, lo cual nunca fue necesario gracias a Dios. El prestaba siempre la talla el dia de la Patrona y al jubilarse la regalo al Regimiento y desde entonces se ha perdido la talla a tan valiosa talla. Fdo. M Carmen Diaz de Valera
Doña Carmen, le agradezco que aclare el malentendido del antiguo Cte. y hoy Coronel retirado Fernando Barón Rojas-Marcos. Con toda seguridad, el contó lo sucedido, con la buena intención de demostrar, que su abuelo se quedó tranquilo como buen artillero, cuando supo que nuestra Excelsa Patrona volvió al Cuartel. D. Fernando lo cuenta con nobleza, tal como algún compañero se lo relatara en su momento, sin ánimo de ofender a nadie, y con el propósito de alabar la actuación de su abuelo al que según él, se les saltaron las lágrimas al ver a Santa Bárbara de nuevo. Su aclaración es igual de respetable, y le agradezco que deje constancia de que lo que se cuenta, es simplemente una "leyenda cuartelera" que no ocurrió en realidad. Gracias a los dos por participar en el blog, y aportar datos importantes al mismo. Atte. Antonio Lozano.
Voy a contar una emotiva historia relativa a la talla propia de de hornacina que existió en el Despacho del Sr. Coronel del Regimiento. A saber dónde estará ahora ...
ResponderEliminarLe dan cuenta al Coronel en los años 40 de que alguien ha visto en un anticuario una talla muy bonita, y aparentemente muy valiosa, de la Patrona. Se acerca el Coronel al establecimiento y le gusta mucho por lo que da orden de que se compre.
Colocada en su despacho sobre una repisa, llega un día a saludarlo el antiguo Coronel del 14 durante la guerra, don Vicente Valera Conti, el cual al ver la imagen se echa a llorar.
Y sigue la historia. Este Coronel Valera, que había nacido en Manila (Filipinas) fue el propietario de esa talla, que había pasado de generación en generación en su familia. Tuvo que venderla a un anticuario para poder pagar una operación muy delicada a una de sus hijas.
Por eso se emocionó tanto, al ver que de nuevo estaba la Patrona en manos artilleras.
Cte. Fernando Barón
Emotivo comentario y emotiva historia. Quiso el destino (iba a poner Dios, pero seguro que se queja alguien), que nuestra Santa Bárbara volviese a manos artilleras. Como usted bien dice, ¡a saber donde andarán las tallas, azulejos y retablos, ahora!.
ResponderEliminarSoy nieta del Coronel Don Vicente Valera Conti y es falso que vendiera la talla para operar a ninguna de sus hijas, lo cual nunca fue necesario gracias a Dios. El prestaba siempre la talla el dia de la Patrona y al jubilarse la regalo al Regimiento y desde entonces se ha perdido la talla a tan valiosa talla. Fdo. M Carmen Diaz de Valera
ResponderEliminarDoña Carmen, le agradezco que aclare el malentendido del antiguo Cte. y hoy Coronel retirado Fernando Barón Rojas-Marcos. Con toda seguridad, el contó lo sucedido, con la buena intención de demostrar, que su abuelo se quedó tranquilo como buen artillero, cuando supo que nuestra Excelsa Patrona volvió al Cuartel. D. Fernando lo cuenta con nobleza, tal como algún compañero se lo relatara en su momento, sin ánimo de ofender a nadie, y con el propósito de alabar la actuación de su abuelo al que según él, se les saltaron las lágrimas al ver a Santa Bárbara de nuevo. Su aclaración es igual de respetable, y le agradezco que deje constancia de que lo que se cuenta, es simplemente una "leyenda cuartelera" que no ocurrió en realidad. Gracias a los dos por participar en el blog, y aportar datos importantes al mismo. Atte. Antonio Lozano.
ResponderEliminarNo se ha perdido. Puede verse en la exposición actual de Santa Bárbara en Sevilla.
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