¡Tantas veces que entré en esa SALA DE VISITAS DE TROPA a saludar a los Padres de algunos de mis Artilleros que deseaban conocerme y saludarme, sobre todo en mis tiempos de Capitán ...!
Siguiendo con la SALA DE VISITAS, una de las ocasiones más tiernas familiarmente fue esta.
De Capitán, yo conocía la vida y milagros de toda mi Batería; conocía su entorno familiar, sus necesidades, sus aficiones, etc.
Me dice uno un día: Mi Capitán, que Vd. sabe como estamos en mi casa de achuchaos, que tengo varios hermanos pequeños, y mi padre ya no vive. MIre Vd. soy tamborilero, (de no recuerdo qué Hermandad) y ahora que viene el Rocío si me pudiera dar de permiso algunos días, me ganaría unas perritas para mi casa.
¡ Vístete de paisano ahora mismo ! y le digo: te espero aquí dentro de diez días. Lo levo a la puerta y le digo al de Guardia que mire para Carmona.
Llega el Artillero, yo estaba en el campo y allí se me presenta. " Mi Capitán, que está esperándolo a Vd. mi Madre en la Sala de Visitas, que quiere saludarlo ". Allá que cojo el jeep con el Artillero a bordo y aparezco en la Sala a saludar a su Madre, a la que veo con un enorme canasto llenito de espárragos trigueros.
¡ MI Capitán, que como agradecimiento, hemos salido toda la familia a cogerles estos espárragos para que se los tome Vd. en su casa ! Se me aflojó la hebilla del pantalón y se, poco menos, me cayeron los pantalones. No hay nada más que me guste que esos espárragos.
Después de darle un beso de agradecimiento y reiterarle las gracias y despedirla en la puerta, cojo el teléfono del Oficial de Guardia y llamo a la Cocina, al Maestro, no recuerdo su nombre, y le digo: Mira, ahí van varios Artilleros con un canasto de espárragos; les haces unas tortillas y le pones un sitio donde estén a gusto un rato mientras se " jaman " la cosa. A mi Artillero le dije que se buscara unos paisanos del pueblo y amigos en el Regimiento para que disfrutaran de las tortillas.
No pretendo dar lecciones a nadie. A mí, de pequeñito me enseñaron así.
¡Tantas veces que entré en esa SALA DE VISITAS DE TROPA a saludar a los Padres de algunos de mis Artilleros que deseaban conocerme y saludarme, sobre todo en mis tiempos de Capitán ...!
ResponderEliminarSiguiendo con la SALA DE VISITAS, una de las ocasiones más tiernas familiarmente fue esta.
ResponderEliminarDe Capitán, yo conocía la vida y milagros de toda mi Batería; conocía su entorno familiar, sus necesidades, sus aficiones, etc.
Me dice uno un día: Mi Capitán, que Vd. sabe como estamos en mi casa de achuchaos, que tengo varios hermanos pequeños, y mi padre ya no vive. MIre Vd. soy tamborilero, (de no recuerdo qué Hermandad) y ahora que viene el Rocío si me pudiera dar de permiso algunos días, me ganaría unas perritas para mi casa.
¡ Vístete de paisano ahora mismo ! y le digo: te espero aquí dentro de diez días. Lo levo a la puerta y le digo al de Guardia que mire para Carmona.
Llega el Artillero, yo estaba en el campo y allí se me presenta. " Mi Capitán, que está esperándolo a Vd. mi Madre en la Sala de Visitas, que quiere saludarlo ". Allá que cojo el jeep con el Artillero a bordo y aparezco en la Sala a saludar a su Madre, a la que veo con un enorme canasto llenito de espárragos trigueros.
¡ MI Capitán, que como agradecimiento, hemos salido toda la familia a cogerles estos espárragos para que se los tome Vd. en su casa !
Se me aflojó la hebilla del pantalón y se, poco menos, me cayeron los pantalones. No hay nada más que me guste que esos espárragos.
Después de darle un beso de agradecimiento y reiterarle las gracias y despedirla en la puerta, cojo el teléfono del Oficial de Guardia y llamo a la Cocina, al Maestro, no recuerdo su nombre, y le digo: Mira, ahí van varios Artilleros con un canasto de espárragos; les haces unas tortillas y le pones un sitio donde estén a gusto un rato mientras se " jaman " la cosa. A mi Artillero le dije que se buscara unos paisanos del pueblo y amigos en el Regimiento para que disfrutaran de las tortillas.
No pretendo dar lecciones a nadie. A mí, de pequeñito me enseñaron así.
Cte. Fernando Barón
Ya me acordé. Era el Maestro Pulido, de cocina, en donde estuvo tantos años.
ResponderEliminarCte. Barón