miércoles, 27 de mayo de 2009

ALGUNAS IMAGENES DE BOSNIA

SOLDADO RAQUEL GALLEGO, COMANDANTE OROZCO,
BRIGADA LOZANO, Y CABO 1º MARTIN


LA TROPA FEMENINA DE LA AGRUPACION CORDOBA
EN EL DESTACAMENTO DE MEDJUGORJE (BOSNIA)
Raquel Gallego, Esther Fuentes, Salomé Gallego, Ana Sánchez, Mirian García,
Encarnación Quesada, y Raquel Escudero.

LOS BRIGADAS JOSÉ PRIETO, ANTONIO LOZANO, Y FRANCISCO SAAVEDRA,
LISTOS PARA SALIR DE MISION

LA FRASE DE HOY

La guerra es una masacre, entre gente que no se conoce, para provecho de gente que sí se conoce, pero que no se masacra.

MISTERIOS DE LAS TRANSMISIONES

Sonó el despertador y como cada mañana aquel sargento 1º, pegó un salto de la cama. Era un amanecer especial, pues ese día tenían previsto la salida de la columna, para realizar ejercicios de prácticas con los obuses 203/25 del IIº Grupo, en los terrenos de Las Canteras, cerca del acuartelamiento que el Soria 9 tenía en Alcalá de Guadaira.
Miró el reloj, y comprobó cómo había sonado media hora más tarde de lo previsto. El día anterior había tenido instrucción nocturna, y regresó tarde y muy cansado a casa, seguramente se equivocó al poner la hora en el despertador.
Se colocó el uniforme de faena, y cruzó a toda prisa las calles de Sevilla que en aquel momento aún se encontraban tranquilas, pues era muy temprano. Enfiló con su viejo 127, el camino del RACA 14, y cuando llegó se encontró con que la columna ya se había marchado. Le preguntó al cuartelero de su Batería y este le dijo, que hacía diez minutos que se fueron, y que vaya cabreo que llevaba el capitán, por su tardanza.
Pidió las llaves de la armería, tomó su subfusil, se colocó las trinchas, se colgó la mochila y cogió el camino a Las Canteras con su coche particular, ya que no le habían dejado ni un Land Rover para desplazarse.
Por el camino se le enciende la luz roja de la gasolina, por lo que tiene que parar para repostar, ante la sorpresa del empleado de la gasolinera, al verlo llegar con su armamento reglamentario.
Cuando llega al lugar del asentamiento, todo sudoroso y acompañado por la ansiedad producto de no estar acostumbrado a llegar tarde, se encuentra a los oficiales y suboficiales de su unidad reunidos ante el capitán, que lo mira de reojo, y ante el intento de justificación del suboficial, se limita a decir ¡ya hablaremos tu y yo más tarde! En tono amenazante.
El capitán antes de empezar el ejercicio, reparte indicativos a los oficiales y suboficiales para hablar por radio. El se pone “león”, al teniente le “tigre”, al brigada “águila”, se salta al sargento 1º y sigue con los demás sargentos, “oso”, “leopardo”, etc, cuando acaba el sargento 1º le comenta que él, no tiene indicativo.
¡Ah! Si, se me olvidaba, tú serás “marmota”.
Todos los asistentes se echaron a reír, ante el asombro de “marmota”, que inocentemente no había comprendido la indirecta. Los compañeros le dijeron: vaya putada, como la marmota está siempre durmiendo, y hoy te has quedado dormido, pues te ha mandado un golpe directo al mentón. ¡A ver como lo encajas, macho!
El sargento 1º saludó marcialmente y se retiró con sus hombres.
Pronto se corrió la voz de la gracia del capitán, y toda la tropa sabía el simpático e irónico indicativo.
Empezó el ejercicio y “león” intentó ponerse en contacto con todos los de la malla.
“tigre”, “águila”, “oso”, “leopardo”, “marmota”, etc, aquí “león” ¿me reciben?
“tigre” 5,5 alto y claro. “águila” 5,5 alto y claro, “oso” 5,5 alto y claro, etc. Después de un largo silencio, se escucha un raro ruido de fondo, pero no a "marmota”.
Marmota aquí león, ¿me recibe? Prurruuuuuu interferencias, solo oigo interferencias.
Marmota ¡coño! dime si me recibes, Prurrruuuuu. Un sonido glutural parecía escucharse al otro lado de la línea de “león”, que cabreado no dejaba de intentar enlazar con “marmota”.
A lo lejos el sargento, vio como se acercaba el capitán con paso acelerado, y con cara desencajada.
Vamos a ver “marmota”, dijo delante de los soldados del sargento 1º, a quienes no les hizo mucha gracia, ver como a su superior lo trataban con tono despectivo. ¿es que no sabes manejar una simple AMPRC 77? (¡Que si lo sabía!, había estado años en transmisiones, pero cuando las ondas no quieren funcionar, no hay nada que hacer.)
Tomó con genio la radio del sargento 1º, e intentó contactar con el resto, comprobando el enlace.
“tigre”, “águila”, “oso”, “leopardo”, aquí “marmota” me reciben. Todos contestaron a la llamada, pero con un tono graciosillo al comprobar que la voz de marmota era la del capitán.
Este se dio cuenta y corrigió: Aquí “león”.
¡Qué coño pasa aquí! Esta radio funciona perfectamente, ¿porqué yo no te oigo desde la mía?
¿A comprobado la batería de su radio mi capitán?
Batería, batería, si oigo a todos y todos me oyen, como va a ser de la batería.
Ante el asombro de los artilleros que allí se econtaban, el capitán dijo: vamos a cambiar el indicativo, a ver si hay más suerte.
En vez de “marmota”, te llamarás “lirón”. ¡toma ya!, otro animal dormilón, que siempre está hibernando ¿de qué va este hombre hoy? Se preguntó el sargento 1º ante algunas risitas de su tropa.
El capitán marchó a su puesto de mando: “Lirón” aquí “león” me recibe.
-Le recibo muy mal, con muchas interferencias, brurrruuuuuu, así no se puede trabajar “León”.
El capitán desesperado volvió al lugar que ocupaba su suboficial y comprobó la radio. Era todo un misterio. Le estuvo dando a varias palanquitas que no servían para nada, le quitó y volvió a poner la batería, comprobó la frecuencia, soplaba en el auricular. Y al final mirando enojado al sargento 1º dijo: vamos a intentarlo con “lobo”. Tu indicativo será "lobo". ¡Como si así se pudiese arreglar una radio!
Se volvió a marchar y desde su puesto y apretando el pulsador de su radio dijo:
-“Lobo” aquí “león” ¿me recibe?
Al otro lado se escuchó una voz que decía¨: “león” aquí “lobo”, le recibo alto y claro 5,5 para usted.
Misteriosamente la comunicación se había restablecido, y la radio había empezado a funcionar perfectamente. Los soldados se reían, mientras observaban como aquel capitán, se rascaba la cabeza pensativo, buscando el motivo de lo que había sucedido.
Desde que el sargento 1º pasó a denominarse “lobo”, las transmisiones funcionaron a la perfección durante el resto de los días de ejercicio. ¡Curioso!

PD. Mi capitán, si lee estas líneas, solo decirle que ¡cómo iban a fallar las radios, si diariamente eran comprobadas por aquel capitán y gran profesional de transmisiones del Regimiento, llamado Camacho! al que le envío un abrazo desde aquí. Si hay que sancionar por una falta se sanciona o corrije, pero intentar dejar en ridículo a un veterano suboficial ante compañeros y subordinados, no es una medida procedente.

El sargento 1º me dijo al contármelo, que se lo dedicara a J. S. B. sin cariño ni admiración.

Como dijo Séneca: "Prefiero molestar con la verdad, que complacer con adulaciones".