Como dije en anteriores entradas, me informaron que pasó a depender del Ministerio de la Vivienda, lo que quiere decir que seguirá en manos de yonquis, chorizos, ladrones y demás gente de mal vivir (que nadie me malinterprete, no me refiero a los políticos), en este caso, solo a los que han destrozado todo lo que de valor albergaba dentro de sus habitáculos. Aunque con la complicidad (haciendo la vista gorda), de aquellos que deberían haber velado por su mantenimiento.
Pero no me extraña, últimamente el concepto de cultura ha cambiado mucho en España, hasta el punto de dejar morir de forma vergonzosa, una de las joyas arquitectónicas de Sevilla.
El lunes, comprobé como como aun existen personas, que después de treinta años, siguen queriendo y añorando aquel lugar donde empezaron a hacerse hombres. Los mismos que el 13-14 y 15 de agosto vendrán de toda España, para asistir a la Reunión Anual de Artilleros Veteranos del Regimiento de Artillería de Campaña nº 14 y Grupo de Artillería Ligera nº 2, que cada año se celebra en un lugar distinto de nuestra geografía.
Mientras recorríamos sus calles, todas llenas de maleza, chatarra, ladrillos, escuchaba los comentarios de quienes me acompañaban, tales como: ¡Que pena, este era mi dormitorio! ¡Mira la cantina de Paco y Nieves! ¡Joder, mi botiquín! ¡Que lástima de Capilla! ¡Mira el comedor y la cocina! Todo esto salteando toda clase de obstáculos, que impedían nuestro paso y con el consiguiente peligro de que cualquier parte del techo se nos viniera encima. Solo faltaba los impactos de obuses y morteros en sus paredes, para creer que me encontraba en Bosnia.
Más tarde cuando abandonábamos el lugar, me encontré con mi buenazo teniente Fontades de aquella década de los ochenta ¡Quien no se acuerda de el! ¡Que gran alegría para terminar la tarde, después de tan mal trago, contemplando ruinas!
Por lo menos, me aseguraron que la fachada se restaurará, y se mantendrá como estaba originariamente. Logicamente el material empleado en su restauración, no será el utilizado en 1929, cuando se inauguró el edificio con motivo de la Exposición Universal en Sevilla. Ese material seguramente se encuentra en posesión de chatarreros particulares. Más o menos lo mismo que pasó con nuestra Artillería del MACTAE, cuando esta se disolvió en 2008.
Pero aun no me creo que respeten el frontal, como recuerdo a aquel que fue uno de los más ilustres regimientos del mundo. Pues cuando cerraron sus puertas allá por finales del 95, aseguraron que sus instalaciones, servirían para albergar una universidad, bibiblioteca, museo, respetando su historia, y no se cuantas promesas más, que luego volaron como el humo.
Lo que mas me duele, es que son pocos los que se ha quejado publicamente, y la gran mayoría han aceptado el derrumbe del Acuartelamiento Daoiz y Velarde, sin mover un solo dedo y sin decir esta boca es mía.
Gracias Melchor de la Viña, Manolo Mendez, y José Vazquez, por acompañarme en tan triste pero a la vez emotivo paseo, por donde hace muchos años, compartimos nuestro amor a la Artillería, al Ejército y a España.
Mañana continuaré con algunas más, hoy me fallan las fuerzas.