Se ha puesto en contacto conmigo Francisco, sobrino del Teniente Médico laureado (colectiva) D. Luciano Gil, y me ha enviado la presente carta. Como este blog es totalmente democrático, o por lo menos así lo intento, tiene cabida en el, todas las opiniones que con respeto sean emitidas. Por eso transcribo intregamente su texto, sin ánimo de polemizar.
Hola Antonio: Me llamo Francisco Suarez, sobrino del Teniente Médico Luciano Gil, el cual estaba casado con mi tía Celsa, y vivía en Sevilla. Fue el inventor y fabricante de la CREMAGIL, y copropietario de la farmacia "El Globo". Cuando murió en 1955 mi tía vendió el laboratorio. Yo me crie con ellos muchos años, y vivíamos primero en Luis Montoto 129, hoy Hotel Virgen de Los Reyes, y luego en la Avda. de Cadiz, por lo que pasaba a diario por vuestro cuartel, para ir al colegio en Ponce de León.
De pequeño pocas veces le oí hablar de la guerra, pero una vez tenía encima de la mesa una caja, y en ella estaba enrollado el brazalete médico totalmente manchado de sangre, que como verás todavía hoy se encuentra así. Le pregunté qué era eso, y me respondió que era "la sangre de un héroe, que había muerto entre sus brazos en la Casa de Campo"...
No me dijo más. Luego me enteré de que era la sangre de un soldado terriblemente mutilado por una bomba, que muriendo le dijo "...Mi teniente: ahora al ver a Dios,le diré que pare esta horrorosa tragedia..."
Con el paso del tiempo, guardo todo ello para que al ,menos en poder de mis hijos no se pierda nunca la verdad de aquella guerra civil.
Ya de mayor mi tía, su viuda, nos contaba vivencias de la marcha de la Columna Castejón, y en una ocasión, oí al ya Teniente General decir en casa, que se había avanzado pueblo a pueblo sin resistencia, que el horror llegó en Toledo y Madrid. Y que nunca jamás, se había realizado aquella famosa "matanza" de Badajoz, ya que los muchos fusilados, eran por tener terribles asesinatos en su haber...Esto lo decía el protagonista no ante la prensa, ni ante el público, sino entre amigos y compañeros, lo que me hace totalmente creíbles sus palabras...
Paz a los muertos y Honor a los Héroes.
Me pregunto, si no deberíamos de solicitar, que hubiese salas concretas en el Museo del Ejército, dedicadas a los Caballeros Laureados y Medallas Militares, bien individuales bien colectivas, como es el caso de esa 4ª Batería del Tercer Regimiento de Artillería Ligera.
Un abrazo, y te autorizo expresamente a que publiques esta nota y los documentos que la acompàñan.
*** Gracias amigo Francisco por tus palabras y colaboración desinteresada en este blog, aportando documentos tan importantes. La tuya, es una versión de la historia, que seguro no compartiran otros en estos tiempos que corren, pero tan digna y respetable de ser publicada como cualquiera.
Un abrazo.
CERTIFICADO DE LA CONCESIÓN
DE LA CRUZ LAUREADA DE SAN FERNANDO COLECTIVA
INSIGNIAS ARTILLERAS
LAUREADA ENTRE SANGRE
LAUREADA Y DISTINTIVOS