Triste y lamentable estado de abandono, en que se encuentra aquellos muros que fueron nuestro hogar durante años.
2º Escalón, Cocina, Bía de Servicios, y aquel letrero que sigue colgado, donde nos recordaba Miguel de Cervantes, que sin una buena comida, es imposible un buen trabajo.
Al ver las ventanas donde se entregaban las bandejas, nuestro Regimiento fue de las primeras Unidades que emplearon tales cacharros.
En 1958, el Cte. don Francisco Carmona, Jefe del III Grupo, las había conocido en no sé qué Unidad del Army USA. Se empeñó en dotar de ellas a las Unidades (basta de la comida recibida en aquellos recipientes que llevaban las cantimploras) y se rebuscó Roma con Santiago para ver quién las podía suministrar y, por fin, el Regimiento quedó dotado de bandejas metálicas para todos, Mandos y Artilleros, en el cuartel y en el campo.
Al ver las ventanas donde se entregaban las bandejas, nuestro Regimiento fue de las primeras Unidades que emplearon tales cacharros.
ResponderEliminarEn 1958, el Cte. don Francisco Carmona, Jefe del III Grupo, las había conocido en no sé qué Unidad del Army USA. Se empeñó en dotar de ellas a las Unidades (basta de la comida recibida en aquellos recipientes que llevaban las cantimploras) y se rebuscó Roma con Santiago para ver quién las podía suministrar y, por fin, el Regimiento quedó dotado de bandejas metálicas para todos, Mandos y Artilleros, en el cuartel y en el campo.
Cte. Fernando Barón