viernes, 19 de junio de 2009

CARTA A "MI CAPITAN ESCARLATA" Y AL CASINO MILITAR DE CORDOBA


Mi amigo “Capitán Escarlata”, antes de nada, no quisiera inducir a error, ni aparentar lo que no poseo. Quisiera hacer una aclaración a tu comentario, a las fotos donde aparezco en la Plaza de la Gavidia sevillana el 2 de mayo de 2006, recibiendo la Placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo. La citada condecoración, ni mucho menos fue un regalo de la Unidad, sino el colofón a una vida plenamente dedicada a mi profesión, con una Hoja de servicios intachable, y que por derecho me correspondía (la metopa del RAAA 74 como recuerdo, así como el adiós de la mayor parte de mis jefes, aun lo sigo esperando después de más de tres años).
Como te iba diciendo, dicha condecoración, al contrario de lo que tú afirmas, no concede tratamiento de Usía, pues con el de Usted, ya tengo suficiente, y bastante trabajo me ha costado, recibirlo por mis superiores cuando estaba en activo.
Próximamente, escribiré una anécdota al respecto (algún día, me cerrarán el blog, la censura ¡ya se sabe!).
Hoy te dejo una, que me ocurrió el mes pasado, y que te puede valer, para hacerte una idea de cuáles son los derechos que me otorga, la Placa de la R. y M. Orden de San Hermenegildo. ¡Sin comentarios, Juan Luis!
Te agradezco el “detallazo”, de dedicarme un Soneto en tu maravilloso blog, y aprovecho desde aquí, para animar a todos aquellos que deseen leer algo diferente y especial, a que lo visiten.
Y con tu permiso lo reproduzco, comunicando que ha sido extraído de tu blog
http://elcapitanescarlata.blogspot.com/

Soneto del Soldado triste


Al Sargento Lozano,... Artillero del Rey

.
Amanecer valón, malva florece, frio acero de espada tudesca

que blanca muestra la soldadesca, mientras de la pica guarnece

al soldado que triste obedece, al capitán que caballeresca

orden da, de marcha presta, hacia donde el sol aparece.
Jacintos blancos, rosas y azules que crecen al costado del camino,
como escarlatas fantasmas crueles colores yertos que cual espino,

clávase en los infantes fieles hacia el averno luciferino.


EL CASINO MILITAR DE CORDOBA
Me dispuse a pasar un fin de semana, disfrutando de los Patios de mi Córdoba, y con ese fin, me desplacé a ella. Pero al llegar comprobé, como era imposible encontrar alojamiento en pleno mes de mayo. Al pasar junto al Casino Militar, pregunté al funcionario encargado de recepción, quien me atendió educadamente, y después de identificarme, me comunicó que no me estaba permitido pernoctar allí, aunque existieran habitaciones libres. Pensé que se trataba por mi condición de retirado, pero ¡sorpresa!, el motivo era porque soy Subteniente, y como tal, Suboficial, y el mencionado Casino, es para uso exclusivo de Oficiales, ¡¡¡y familiares de estos!!!
En aquel momento, se me ocurrió hacerle la siguiente pregunta: ¿Quiere eso decir, que un presunto traficante de drogas, violador, o asesino, por su condición de hermano de un teniente o capitán, tiene derecho a alojarse aquí, mientras a un subteniente, con toda una vida dedicada a la milicia, en posesión de innumerables felicitaciones y condecoraciones en su Hoja de Servicios, entre ellas, la Medalla de Oro de la ciudad de Córdoba, y la de Andalucía, se le niega la entrada?
-¡No podría explicarlo usted mejor!, me contestó de forma cortés. ¡Así son las normas!
¡Vergonzoso e indignante!, para quien durante más de tres décadas, se ha dejado la salud, en innumerables campos de tiro y maniobras de nuestra geografía, instruyendo a soldados, y a más de un novato oficial.
Mi siguiente pregunta fue: ¿Donde se encuentra el Casino de Suboficiales? por supuesto sabía la contestación: No existe en Córdoba.
Mi mujer que no entiende de estrellas, me mira con cara extrañada. ¡Como le explico yo, que no nos podemos tomar un café en un Casino Militar! ¿Quién coño es mi marido? se preguntará. Hundido más que indignado, me marché a tomarme el dichoso café en el bar (“civil” por supuesto) de la esquina.
Después de esto, no estaría de más, el cambio de nombre de “Casino Militar”, por el de “Casino de Oficiales”, pues es totalmente engañosa su denominación, ya que el término militar, engloba desde el soldado hasta el general, y sin embargo, aunque vistamos el mismo uniforme, no todos gozamos de iguales privilegios.
Se, que con estas palabras, me ganaré la enemistad de muchos oficiales conservadores y rancios (a los que por cierto, no deseo como amigos), que verán en ellas peligrar, esos derechos adquiridos en detrimento de “compañeros”, e impropios de la época actual. Pero por otro lado, seguro estoy, de que me granjearé el apoyo, comprensión y simpatía, de parte de la oficialidad moderna, y por supuesto de los suboficiales, y de la tropa profesional, cuyo beneficio es el que realmente me importa.

Antonio Lozano Herrera
Subteniente del Ejército Español

“Como habrás podido comprobar amigo “Capitán Escarlata”, nada más lejos que pretender tener tratamiento de usía, pero por lo menos con mis años de servicio, y demostrada profesionalidad, ¡qué menos que permitírseme alojarme, donde lo hace el hermano “civil” de un teniente, o tomar un café donde lo hace el amigo “civil” de un capitán. ¿Es tanto lo que pido? ¡Se me permite la entrada, como amigo de un oficial, pero nunca por mi condición de suboficial! ¿Alguien entiende eso?
¡El maldito y trasnochado clasismo en nuestras Fuerzas Armadas! Por mucho Caballero que sea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en sus diferentes categorías de Cruz, Encomienda, y Placa, por muchas Medallas al Mérito Militar, por muchas Medallas de Naciones Unidas en Misiones de Ayuda Humanitaria en el extranjero, a las cinco puntas de la estrella de este humilde suboficial, se le seguirán cerrando puertas en nuestro Ejército, las mismas que cruzan otros, que ni siquiera visten ni han vestido el honroso uniforme caqui.”

3 comentarios:

  1. Bueno,... algunas cosas no cambian con facilidad en el ejercito, mi Señor,... en las futuras generaciones queda ya la responsabilidad de eliminar trasnochados prejuicios de epocas pasadas,... espero y deseo que lo consigan,... y que ningún otro "Sargento Lozano" tenga que verse en estas desagradables e injustas situaciones.

    Expresiones "civiles" varias.

    ResponderEliminar
  2. Gracias amigo "Capitán Escarlata", yo tambien espero que esto cambie algún día, para bien de los que vienen empujando detrás, aunque después de 34 años de democracia poco se ha avanzado.
    A continuación pongo el texto que me has enviado, en el que aseguras que efectivamente el ser Cabellero de la R. y M. Orden de San Hermenegildo en su categoría de PLACA da derecho al tratamiento de Usía.
    Agradezco tu interés, pero te aseguro que yo no deseo dicho tratamiento, mi propósito es mucho más sencillo, simplemente que se me permita tomar un café o pernoctar en un Casino Militar, sin distinciones de clase. Que exista un lugar, donde un miembro de nuestra tropa profesional se pueda sentar a charlar con un coronel, o un sargento con un capitán. Si somos todos profesionales, ¿porqué sigue existiendo esas separaciones?
    Un abrazo de tu "sargento Lozano"

    Tratamientos militares.
    Algunos de los tratamientos más habituales a cargos militares son:
    1. Excelentísimo Señor, cuya abreviatura es Excmo. Sr.:
    Oficiales Generales (R.D. 1024/1084).
    Teniente General.
    General.
    Almirante.
    Vicealmirante.
    Contralmirante jefe.
    Capitán General.

    2. Señoría, "Usía":
    Teniente Coronel.
    Coronel.
    Capitán de Navío.
    Capitán de Fragata.
    Fiscal General del Tribunal Militar Territorial.
    Presidente del Tribunal Militar Territorial.

    Artículo 301.

    Todo militar recibirá, tanto de palabra como por escrito, el tratamiento que tenga legalmente reconocido por razón de la dignidad, autoridad, empleo o cargo y condecoraciones que posea. En el ámbito militar sólo se emplearán los tratamientos señalados en este título. En sus relaciones con autoridades civiles el militar les dará el tratamiento que legalmente les corresponda.

    Artículo 303.

    Los Caballeros Grandes Cruces y Laureados de la Real y Militar Orden de San Fernando tendrán el tratamiento superior al que por su empleo les corresponda. Los condecorados con la Medalla Militar Individual recibirán el del empleo inmediato superior al suyo. Los Caballeros de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en la categoría de Gran Cruz, tendrán el de Excelencia y, en la de Placa, el de Señoría.

    ResponderEliminar
  3. Gracias a todos los oficiales que me han mostrado su apoyo, con sus correos, con respecto a la desagradable situación vivida en el Casino Militar de Córdoba. Comprendo que no deseen hacerlo públicamente, mediante comentarios en el blog, pues a nadie le gusta ganarse enemigos. ¡¡Gracias de corazón a todos!!.

    ResponderEliminar