Hoy después de cuatro años, me he vuelto a poner el uniforme. Si parece una maldita tontería, pero me apetecía volver a verme, de mirarme detenidamente al espejo, con aquella guerrera que durante más de tres décadas vestí con orgullo. He comprobado que al ponérmela me sigo emocionando, al igual que cuando lo hacía antaño, con la satisfacción de comprobar que a pesar del tiempo transcurrido, aun puedo lucirlo sin meter barriga. ¿Quien dice que con los años se engorda? He observado cada detalle del vestuario, pero sobre todo esas bombetas, que a pesar de los años, siguen brillando con igual intensidad que el primer día.
Y he sentido el orgullo de ser militar, de ser artillero con la pena, ¡sí, y digo pena! aunque a muchos les pueda extrañar, de no estar en activo, pero con la certeza de que sigo contando con amigos leales, que suavizan mi pesar, con sus ánimos, apoyo y recuerdos.
Porque hoy ha llegado el cartero, y no ha necesitado llamar dos veces, para entregarme un sobre. Un curioso sobre con remite nada menos, que del Grupo de Caballería II de la Legión. Acuartelamiento General Gabeiras, con sede en Ronda Málaga.
Nervioso como un niño pequeño abre sus regalos el día de Reyes, lo tomé y ¡cómo no!, era de mi amigo y compañero de Promoción (III) de Caballería, de la Escala Básica de Suboficiales Ángel Sánchez Garrido. Suboficial Mayor de la Unidad.
Y en ese momento, me he sentido un privilegiado por tenerte como amigo Ángel. Por saber que un hombre cuya vida ha estado totalmente dedicada a la milicia, y en gran parte a La legión, no se olvida de este artillero, que sin haber vestido el glorioso uniforme legionario, se siente plenamente identificado con vuestros ideales y Credo. Ya me lo dijiste en una ocasión, en un correo que guardo con cariño: “Amigo Antonio, el hábito no hace al monje”, sabedor de mi gran pasión hacia el Cuerpo al que en la actualidad dedicas tu vida, y mi dolor por no haber llevado, ese uniforme que hoy tu portas. Sabes perfectamente que tras la Artillería, mi amor castrense es La Legión. Esa Unidad que desde hace muchos años, se encuentra desplegada por diferentes pueblos del mundo, llevando la paz y el nombre de España con honor y dignidad, a cada rincón de la tierra.
Abrí el correo, y mi sorpresa fue mayúscula cuando en el interior del voluminoso sobre, entre otras cosas, encuentro un Certificado de Entrega de la Bandera de Mochila, y dicha Bandera de ESPAÑA con el emblema de La Legión y el texto “Legionarios a vencer, legionarios a morir” en ella. La historia de ésta es curiosa, y viene impresa en el certificado al que animo a leer.
¡Qué pena que mi General Millán-Astray no tuviese una Bandera de Percha o Mochila, para ondearla al viento, cuando recientemente fue retirada su estatua en La Coruña! No te quepa duda que dicho Certificado, ocupará un lugar preferente en mi hogar, para admiración de quien me visite.
También venían diversos objetos legionarios, como Escudos, DVD de actos y desfiles, y un precioso llavero con el Chapiri legionario, que ya acompaña a mis llaves allá donde voy.
Gracias compañero por tan emotivos recuerdos, pero sobre todo por tenerte como amigo.
Mi gratitud hacia ti, y mi felicitación a La Legión, en especial a tus compañeros de la Unidad de Ronda, de la que tienes el privilegio de formar parte de su Lista de Revista, encabezando a los suboficiales.
Un abrazo Ängel, y ¡siempre a tus órdenes compañero!
Aún quedan por ahí buenos soldados,... y buenos amigos, ¿Eh, mi Sargento?
ResponderEliminarGestos artilleros variados.