viernes, 14 de enero de 2011

GORRA DEL EJERCITO EXYUGOSLAVO, Y BOINA AZUL DE LA ONU.

ALGUN DIA CONTARÉ LA HISTORIA
DE ESTA GORRA CON ESTRELLA ROJA DE CINCO PUNTAS.

MI QUERIDA BOINA DE LA ONU,
DE CASCO AZUL, EN BOSNIA-HERZEGOVINA (1994)
¡TAMBIEN ELLA, PODRÍA CONTAR
MUCHAS COSAS, SI PUDIESE HABLAR!

DISTINTIVO EN EL ANTEBRAZO

sábado, 8 de enero de 2011

FRANCISCO MORA RODRIGUEZ (PL.M.M) REEMPLAZO 82-2º.


Muchas son las ocasiones en las que pienso que habrá sido de tal o cual artillero. ¿Cómo le habrá ido, después de licenciarse? Me pregunto si habrá creado una familia, si tendrá hijos, si lograría llegar a conseguir trabajar en aquello que le gustaba, aunque últimamente ya solo me pregunto si estará trabajando simplemente.

Hay veces que voy paseando y escucho una voz a mis espaldas: “Adiós mi sargento”, me vuelvo extrañado, y veo a hombres desconocidos, personas que han pasado por mi vida, que han dejado huella, pero que el inexorable paso del tiempo, los ha transformado de tal modo, hasta hacerlos irreconocibles. ¡Lo mismo pensarán ellos de mí!
Se acercan, me saludan, y me refrescan la memoria, hasta conseguir encontrar en sus facciones, aquel chaval, de 20 años, que un lejano día instruir con el “un dos patata y arroz”, armando y desarmando el CETME con los ojos vendados, y con infinitas teóricas sobre moral, disciplina, ordenanzas militares, táctica etc. También me recuerdan, cuando por un simple descuido, los arresté a una imaginaria, o incluso a prevención, y compruebo como después de treinta años, no me guardan rencor alguno, muy al contrario, se acercan, me abrazan, y me presentan a su familia. Pero yo si me siento mal, porque sé que aunque siempre intenté ser justo, hay ocasiones en las que nos equivocamos. Y ¡cómo duele!
Y compruebo, como a unos la vida les ha sonreído más que a otros, como los años no pasan igual para todos, como hay que saber tomar el camino adecuado, pero aunque lo intentamos, muchas veces la vida nos engaña, y nos envía por otro sendero, y cuando queremos dar marcha atrás, es imposible volver.
La vida nos golpea, nos maltrata, nos machaca, pero hasta en los momentos más difíciles, asoma ese espíritu artillero, que hace que levantemos la cabeza y aceptemos el destino con honradez, con dignidad. Ese que todo hombre llevamos dentro, que hace que nos levantemos cada mañana gritándole a la vida, que si quiere golpearnos que lo intente, que puede que lo consiga, pero que nunca logrará tumbarnos, nunca hará que demos con nuestros huesos en la lona. Y sobre todo, que siempre nos encontrará plantándole cara por muy mal que nos vaya.
Y eso lo he aprendido de muchos artilleros, aquellos que un día enseñé a ser hombres, hoy son ellos os que me enseñan a mí. Y me dan lecciones para mirar a la vida de frente.
Uno de esos hombres-artilleros, me lo encontré la mañana de la festividad de los Reyes, compartimos una cerveza juntos, mientras me contaba muchas anécdotas de su paso por nuestro añorado (para algunos) RACA 14. Fueron innumerables las cosas que aprendí de él. La principal, a no rendirme, y a mirarle a la vida a los ojos.
Gracias Francisco, por el buen rato que me hiciste pasar, por tu amena conversación, aunque con muchos sinsabores. Sin darte cuenta, me hiciste con tu charla, un gran regalo de Reyes, y no olvides nunca, que aquí tendrás siempre a tu antiguo sargento amigo.

domingo, 2 de enero de 2011

DEDICADO A D. JUAN RAIMUNDO GÓMEZ DE LEÓN ROBLEDO, "MI CABO ROBLEDO".

MI CABO ROBLEDO, Y SU ANTIGUO SARGENTO LOZANO
DESPUES DE TREINTA AÑOS.
PORTADA DE SU LIBRO
El pasado 22 de diciembre, me tocó la lotería. Puedo asegurar que me sentí afortunado por la suerte, y no fueron los niños de San Ildefonso, los que cantaron la bolita con el premio en metálico, fue la casualidad la que hizo que un tiempo antes, y gracias a las nuevas tecnologías, me pusiera en contacto con un señor, un hombre de los que se visten por los pie, de aquellos que ya quedan pocos. De esos que llevan por bandera la educación, el respeto, el amor a España y a nuestras Fuerzas Armadas, virtudes adquiridas con toda seguridad de herencia familiar.


Su nombre D. Juan Raimundo Gómez de León Robledo, para mí, mi recordado y querido Cabo Robledo de la 5ª Batería durante 1980-1981.

Después de una treintena de años, nos pusimos en contacto por correo electrónico y gracias a nuestro blog artillero. Después de unos meses, decidimos quedar para tomar un café y charlar de aquellos viejos tiempos. Y bien que hablamos, pues cuando nos dimos cuenta, las manecillas del reloj, habían dado varias vueltas.

Comprobé que aun tiene una memoria privilegiada, y me estuvo recordando infinidad de anécdotas que mi mente ya tenía en el olvido.

Como dos buenos amantes de la escritura nos intercambiamos nuestros últimos trabajos, pero creo que yo salí ganando amigo Juan, pues mientras yo te ofrecía un modesto Pregón Navideño, tú me entregaste una verdadera joya, ni más ni menos que tu primera obra literaria, pendiente de publicación, pero que estoy seguro no tardará en venderse en las más selectas librerías. La elegante encuadernación iba acompañada de una inmerecida, pero gratificante dedicatoria.

Como sabes quedaron muchos temas en el tintero, y habrá una segunda parte a ese encuentro, mientras tanto te mando mi agradecimiento, y mi convencimiento de que en ti he encontrado a un verdadero amigo, a parte de un excelente escritor.

Un abrazo para mi Cabo Robledo.