domingo, 2 de enero de 2011

DEDICADO A D. JUAN RAIMUNDO GÓMEZ DE LEÓN ROBLEDO, "MI CABO ROBLEDO".

MI CABO ROBLEDO, Y SU ANTIGUO SARGENTO LOZANO
DESPUES DE TREINTA AÑOS.
PORTADA DE SU LIBRO
El pasado 22 de diciembre, me tocó la lotería. Puedo asegurar que me sentí afortunado por la suerte, y no fueron los niños de San Ildefonso, los que cantaron la bolita con el premio en metálico, fue la casualidad la que hizo que un tiempo antes, y gracias a las nuevas tecnologías, me pusiera en contacto con un señor, un hombre de los que se visten por los pie, de aquellos que ya quedan pocos. De esos que llevan por bandera la educación, el respeto, el amor a España y a nuestras Fuerzas Armadas, virtudes adquiridas con toda seguridad de herencia familiar.


Su nombre D. Juan Raimundo Gómez de León Robledo, para mí, mi recordado y querido Cabo Robledo de la 5ª Batería durante 1980-1981.

Después de una treintena de años, nos pusimos en contacto por correo electrónico y gracias a nuestro blog artillero. Después de unos meses, decidimos quedar para tomar un café y charlar de aquellos viejos tiempos. Y bien que hablamos, pues cuando nos dimos cuenta, las manecillas del reloj, habían dado varias vueltas.

Comprobé que aun tiene una memoria privilegiada, y me estuvo recordando infinidad de anécdotas que mi mente ya tenía en el olvido.

Como dos buenos amantes de la escritura nos intercambiamos nuestros últimos trabajos, pero creo que yo salí ganando amigo Juan, pues mientras yo te ofrecía un modesto Pregón Navideño, tú me entregaste una verdadera joya, ni más ni menos que tu primera obra literaria, pendiente de publicación, pero que estoy seguro no tardará en venderse en las más selectas librerías. La elegante encuadernación iba acompañada de una inmerecida, pero gratificante dedicatoria.

Como sabes quedaron muchos temas en el tintero, y habrá una segunda parte a ese encuentro, mientras tanto te mando mi agradecimiento, y mi convencimiento de que en ti he encontrado a un verdadero amigo, a parte de un excelente escritor.

Un abrazo para mi Cabo Robledo.

2 comentarios:

  1. Sentida Dedicatoria


    Llevo 48 años en este Mundo nuestro... Durante ese tiempo he visto infinidad de sucesos... Malos, buenos y regulares... Me dediqué a buscar Lo Genuino y Verdadero..., El Patriotismo, fuente de donde alimentarse, La Amistad, desprendimiento del Yo mediante el darse, enteramente, por el cariño, aprecio, querer, estima de otro ser, La Educación norma para con la sociedad, La Moralidad comportamiento genuino de lo verdaderamente humano, La Rectitud en El Honor y Honradez, dignidad de la persona, La Franqueza de Espíritu, la veracidad de la personalidad,... Nunca lo encontré en verdad, era difícil que un ramillete tan completo y perfecto de lo mejor del ser humano se diera en alguno... Siempre, pensé que debía de existir, que ese alguien, debiera de ser muy especial, tan especial que sería casi único en su especie... Me parecía, que personas así, con las que me sintiera tan a gusto, como pocas veces se da en esta vida, con tan sólo saberlas ahí, estaban en extinción, si no, extinguidas... No sabía, si, algún día, muy especial, la encontraría, ó, terminaría mi vida, sin siquiera acercarme a Ella... Tampoco, si era merecedor de semejante regalo, pues, poseer un verdadero Amigo, ¡uno sólo!, ya es un tesoro incalculable y bello entre bellezas... Puedo afirmar, que se me ha concedido tal gracia, en la especial persona de mi antiguo y querido Sargento Lozano, actual Subteniente y Escritor D. Antonio Lozano Herrera. Todo esto pueden parecer halagos, cuando, en verdad, son sólo hechos descritos tal cual...

    No soy exigente para con La Vida, sólo le pido, le ruego, le suplico... lo que sé me es insustituible para vivirla... Y, ello, no es más, ni menos, que Salud de espíritu y cuerpo, Trabajo digno que me realice, verdadera Amistad en persona-s que sienta muy cercana-s, y, verdadero Amor en mi mujer, que sienta, no como parte, sino, como mi ser mismo... Todo, igualmente de importante, imprescindible, para poder ¡EXISTIR!, y, ¡SER FELIZ!. Gran equivocación tendrá aquél que crea en la acumulación de bienes, como vía para alcanzar la felicidad, y, más, si son conseguidos de una forma ilícita..., pues, La Felicidad, es incomprable, se gana en sencillez, franqueza, amor y amistad... Y, a veces, es otorgada, ya, en El Más Allá..., ó, simplemente, nunca llega, por inmerecimiento...

    Soy agraciado con una Salud, y, ahora, se me da el regalo inmenso de una Amistad valorada como no calibrable, por imposibilidad de medida alguna dada su importancia... Quedo agradecido eternamente... Aunque sé, con perfecta convicción, que El Trabajo que me da dignidad, y, El Amor, intenso y puro, que ha de darse y recibirse, a-de mi otra parte en Mujer, de y para con esta parte en hombre, me son igualmente de necesarios para ¡EXISTIR!, y, ¡SER FELIZ!. Espero, ¡sé!, que Dios, no tiene en esto nada que perdonarme, pues, fue El quien me introdujo esas primordiales necesidades... Lo que ya no sé, es si soy merecedor de tal FELICIDAD...

    Sea como fuere, empiezo, por fin, a ser un Ser, y espero terminar... siendo un SER EN SALUD, DIGNIDAD, AMISTAD Y AMOR... SOLO ENTONCES ¡VIVIRE AHORA Y SIEMPRE EN FELICIDAD INFINITA!... repartiéndola igualmente.

    ¡¡GRACIAS, MI ANTONIO LOZANO HERRERA, POR TU AMISTAD!!.

    Juan Raimundo Gómez de León Robledo.

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  2. Hola Robledo, me alegro mucho verte por aqui despues de tantos años. No se si te acordaras de mi, soy el cabo primero Palma de la quinta bateria de tu reemplazo de voluntarios. Espero que podamos charlar en alguna ocasion para ello te dejo mi correo.

    albures1@hotmail.com

    Un fuerte abrazo.

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