sábado, 20 de marzo de 2010

COMIDA DE HERMANDAD ARTILLERA EN LA BASE DE EL COPERO.

El pasado jueves día 18 tuve la fortuna de asistir al encuentro tradicional de la Comida de Hermandad de Artillería, celebrado en la Base de El Copero.

Por diferentes motivos (falta de salud, problemas familiares, etc.), llevaba varios años faltando a la cita con mis antiguos amigos y compañeros.
Esa jornada, disfruté abrazando a todos aquellos que un día compartieron servicios, maniobras, felicidad, tristeza, trabajo en equipo, y algún rato de ocio, durante más de tres décadas, portando la dorada bombeta artillera en nuestra solapa.
No voy a dar nombres porque sería la lista interminable, y me dolería mucho olvidar mencionar a alguno, pero puedo asegurar, que desde el primero al último lograron emocionarme. ¡Sobre todo esa excelente tropa de nuestro ejército, que tan orgulloso estoy, de haber mandado, no hace mucho!
Compartí charla con compañeros en activo, otros en la reserva, y con los retirados, aquellos que tan dados somos a contar batallitas.
Curiosamente cuando estaba en activo, y asistía a dichas reuniones de antiguos artilleros, siempre he preferido sentarme junto a los más antiguos, aquellos que recordaban su paso por nuestro Regimiento de Artillería de Campaña nº 14 o el Antiaéreo nº 74, y ¡cuánto he aprendido de ellos! Esta vez, yo me encontraba en su equipo, y opté por sentarme junto a jóvenes suboficiales y oficiales en activo, para compartir su ilusión y entrega diaria, en beneficio de la Unidad.
Primero tuvo lugar el acto militar, en homenaje a todos los Caídos por España, con la revista del General, el canto de “la Muerte no es el final”, mientras la Escuadra de honores perfectamente uniformada con traje de época, desfilaba hacia el monolito en memoria de los fallecidos, al igual que los guiones de las Baterías, Grupo y Regimiento, con su paso lento. Después todos juntos, entonamos el Himno artillero, ese que nos hace marchar unidos, y orgullosos de la profesión que un día elegimos. Y para terminar el desfile de la fuerza en formación, que como cabía esperar fue perfecto, al ritmo de los sones de la banda de música, a la que seguiré llamando por mucho que le cambien el nombre “Soria 9”.
Luego un aperitivo, y la comida que me supo a gloria, compartida por tan excelentes e ilustres comensales. Al final de ella, y como despedida a tan grato encuentro, de nuevo en pie y en posición de firmes, volvimos a entonar nuestro querido himno.
Agradecer al coronel del Regimiento, D. Leopoldo Herrero Nivela su invitación para acudir a dicho acto, y a todos (civiles y militares), que con su trabajo hicieron posible su celebración.
Gracias de corazón a todos, porque supisteis hacerme feliz durante varias horas.
Un abrazo compañeros artilleros, ¡siempre unidos y al pie del cañón!

Antonio Lozano Herrera (Subteniente retirado)

PD. Espero poder acompañar próximamente estas letras, con alguna fotografía del acto. Por ahora solo cuelgo la única que hice, durante el almuerzo. (Por respeto, no utilicé la cámara durante el acto castrense).
Se que muchos de los asistentes conocen la existencia de este blog, como asi me lo aseguraron, y les invito a participar en el, bien con comentarios o valiosas fotografías, para que todos los artilleros podamos disfrutar de nuestro pasado, y presente.

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